Seguro que te ha pasado. Estás triste pero no quieres estarlo. Intentas salir de esa sensación tan desagradable pero no puedes. Haces todo lo posible para estar bien y, por momentos parece que se va, pero no, sigue ahí, no se ha ido.
Leemos cada vez más la necesidad y lo saludable que es sentir todas nuestras emociones, lo sabemos, pero del dicho al hecho va un trecho y decirlo es una cosa pero atreverse a experimentar las emociones desagradables no es fácil.
Por qué nos pasa esto?
🔶 En primer lugar, a muchas personas nos han dicho toda la vida que “hay que ser fuertes”, que “tenemos que controlar nuestras emociones”, por lo que hemos aprendido que demostrar la tristeza nos hace parecer débiles y que eso es inaceptable. De ahí que hayamos aprendido a reprimir o evitar la tristeza y, de esa forma, ser aceptados por los demás.
🔶 En segundo lugar, además de lo que nos han podido decir, también afecta las experiencias que hayamos tenido en nuestra vida cada vez que mostrábamos la tristeza. En este sentido, si hemos sido criticados o rechazados en esas situaciones y nos han despreciado por ello, seguramente tengamos un gran miedo a ser juzgados o rechazados si nos mostramos tristes, por lo que evitar la tristeza es una forma de protegernos de ello.
🔶 En tercer lugar, según lo que nos haya tocado vivir en la vida, hemos podido adquirir mecanismos de defensa que nos impidan sentir la tristeza. Podemos, por ejemplo,estar desconectados emocionalmente como una forma de protegernos del dolor, aunque eso implique no sentir demasiado en general.
🔶 Por último, el hecho de que no nos enseñen desde pequeños formas saludables de transitar nuestra tristeza, también favorece que tendamos a evitarla y reprimirla.
Por todo ello, hemos podido generar falsas creencias y miedo entorno a la tristeza, como por ejemplo que “si nos dejamos estar tristes nos vamos a deprimir”, o qué “nos quedaremos sin amigos “o que “nuestra pareja nos dejará”.
De ahí que podamos incluso autoexijirnos “estar siempre bien” para que nos vaya bien en la vida.
Es importante recordar que la tristeza es una emoción válida y normal, y que permitirse sentirla es necesario y saludable.
Si sientes que te cuesta dejarte estar triste, puede ser buena idea buscar apoyo de un profesional, como un terapeuta o psicólogo, para explorar y abordar las posibles razones subyacentes y desarrollar estrategias saludables para manejar la tristeza.
Centro de Terapia y Desarrollo personal Zaragoza.
Terapia individual y terapia de pareja en Zaragoza.
Teléfono: 669954658
E-mail: consulta@gabineteterapiagestalt.es
Dirección: Francisco de Vitoria, 12. Zaragoza. Mostrar mapa
También puedes utilizar este formulario para ponerte en contacto conmigo. Estaré encantada de atenderte.

