¡Está científicamente comprobado! El vínculo que se genera entre tu terapeuta y tú es clave para que la terapia funcione y te ayude.
Es más, está demostrado que el vínculo terapéutico es más importante INCLUSO que cualquier enfoque, técnica o herramienta que te pueda proporcionar tu terapeuta.
A mi me gusta mucho decir que NOS ROMPEMOS EN RELACIÓN Y NOS SANAMOS EN RELACIÓN.
Y es que cuando sentimos que podemos confiar plenamente en otra persona, mostrarle todo nuestro interior sin miedo a que nos juzgue y además nos sentimos comprendidos, aceptados y respetados por esa persona… esto es REPARADOR EN SI MISMO.
Solo así se abren las compuertas para reparar lo más dañado que exista dentro de nosotros, porque solo así nos “atrevemos” a profundizar y puede aflorar lo verdaderamente importante (y a veces oculto) que tenemos en nuestro interior y que es necesario que aflore para poder sanar y recuperar el bienestar.
Además de todos los recursos que podamos aprender, esto nos ayuda a generar una relación sana con nosotros mismos, ya que sin darnos cuenta aprendemos a tratarnos a nosotros mismos y a los demás de la misma forma que estamos siendo tratados, lo que resulta muy positivo para nuestra autoestima y nuestras relaciones.
Por este motivo, al empezar cualquier proceso terapéutico siempre digo que es esencial que ambos, paciente y terapeuta, cuidemos la relación que vamos a tener, de manera que ese cuidado mutuo me permita dar lo mejor de mi para poder ayudar de la mejor forma a la persona que se sienta semanal o quincenalmente frente a mi y me muestra su mundo.
Así que si vas a empezar terapia conmigo o ya llevas un tiempo, espero que desde ese cuidado mutuo podamos conectar con lo más profundo de ti para que juntos podamos reparar lo que algún día se rompió en ese bonito corazón.
Que tengas un maravilloso día ☀️✨